Para muchos dirigir a Boys era un suicidio, un equipo casi desahuciado,
sin posibilidad futbolística para salvarse, no era interesante para nadie, pero
apareció un “Doctor” para demostrarles a todos, que nada acaba hasta que acaba
y que el muerto futbolístico puede resucitar si le inyectas actitud, ganas y
compromiso. Sport Boys se bajó al favorito del campeonato, en base a fútbol,
garra y mucho corazón y aun respira en este campeonato. Además, su entrenador
cumplió un sueño, aquel que hace mucho dibujó.
Finalizado el partido y con la emoción de haber cumplido con
el papel que se le encomendó, Jorge Espejo capitalizó sus sentimientos “Cumplí
un sueño, desde hace mucho quería dirigir al Boys, cuando me hice entrenador
sabía que lo iba a hacer, soñaba con este momento y hoy se da. Antes que mi
padre se fuera al cielo le dije que jugaría por Boys, que lo dirigiría y que
sería presidente. Ya cumplí dos, solo me falta ser presidente y lo seré. El día
que no pueda saltar desde la banca, ese día seré presidente de mi institución”,
señaló bastante emocionado.
Salieron con otra actitud, con otro chip y se vio reflejado en el campo
Pero la emoción se transforma en trabajo. Jorge llegó con
otra metodología de juego y de trabajo. Le puso más énfasis a la marca,
distribuyó a sus laterales de una forma que suban y bajen sin perder el ritmo. La
idea futbolística es muy clara, aquel que no corra, que no meta, que no soporte
la presión, no juega.
Y eso se vio reflejado en el campo. Además hizo algo muy
importante, cambiarle el chip al jugador, hacerle entender que tiene a la
rosada en el pecho y que falta mucho por jugar y pelear. El cambio de actitud
fue fundamental para lograr el resultado y acabar con esa mala racha de no
ganar hace bastante tiempo.
Una promesa hecha con el corazón. No bajar
Pero se sabe que esto no acaba aquí. Boys tiene que seguir
luchando, peleando contra todo y todos para conseguir el objetivo inmediato que
es quedarse en primera. Y eso el nuevo estratega lo sabe bien, por ello imploró
que el hincha asuma el compromiso que le dicta el corazón. “Le pido, no, le
suplico al hincha que venga al estadio. El Boys nos necesita a todos,
necesitamos que la gente venga, que compre su entrada en boletería, que se haga
socio y así pueda renacer la institución. Hemos dejado pasar mucho tiempo y
mira como estamos. Esta institución no se merece esto, si queremos recuperar la
grandeza, tenemos que hacerlo todos, no permitamos que nuestro Boys se muera”,
expresó.
Como jugador Espejo siempre puso lo que se tiene que poner
en los partidos. Jamás aflojó con la rosada en el pecho y se quedó hasta el
último cuando perdimos la categoría en el 2008. Hoy la historia es casi la
misma, pero esta vez la mira diferente, desde el lado de los que saben, del que
toma la decisión y sin duda que sus primeras medidas ya hicieron efecto en todo
el plantel.
Un triunfo que devolvió la esperanza y que recuperó la identidad
Es por ello que a partir de esta semana se cambiará la
metodología de entrenamiento. El equipo trabajará a doble turno, con el nuevo
preparador físico que debe arribar al Callao en las próximas horas y que de
seguro hará sudar a más de un jugador.
Cabe señalar, que esa forma de entrenamiento no se da desde
la época de Jorge Sampaoli, allá por el 2003, justamente el año donde fuimos
protagonistas y que nos quedamos fuera de un torneo internacional por una mafia
que aun habita en la FPF. En fin, esa es otra historia, aquí Jorge quiere hacer
la suya, con trabajo, dedicación y mucho sacrificio. No hay duda que si
seguimos por esa senda, va a costar sangre dejar la primera. Este Boys va
camino a recuperar la identidad. Qué así sea. VAMOS BOYS CARAJO.
Texto: Robert I.
Imágenes: Martini
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