Victor Rossel la hizo linda en lo que parece su último partido con la rosada. El "Pituquito" sabe que hay días buenos y malos en el fútbol, por eso se toma con calma las críticas y los halagos.
“A veces un delantero tiene buenas tarde y a veces no. A veces meto goles y otras no he podido. El fútbol es así y uno como profesional está supeditado a las exigencias de la hinchada”, dijo.
Sobre su futuro en la “Misilera”, “Pituquito” la tiene clara. Pero resaltó que, si se va o se queda, su corazón es rosado.
“La única forma que me quede en el Boys es que mi trabajo sea bien valorado. Todavía nadie ha hablado conmigo y uno no sabe. De repente sigo acá, de repente me voy, pero la hinchada sabe que yo soy rosado”.
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