ADIOS 2010, BIENVENIDO 2011

Faltan pocas horas para que este 2010 se vaya. Un año duro para el club en lo deportivo y en lo institucional. Luego de ser campeones de segunda y recuperar el derecho a jugar en la máxima categoría, más de uno pensó en que se podía repetir la historia, como hace 20 años, cuando de la mano de “Sabino” Bartoli y de los pies de Carlos Paris subimos también a la división de honor, clasificando inmediatamente -al año después- a la Copa Libertadores.

Pero ambas realidades fueron distintas. En el 89 el equipo, los jugadores, los dirigentes y hasta los hinchas eran distintos. Había compromiso, ganas, coraje, talento, unión. Hoy no hay nada de eso. Tal vez por ello debemos catalogar a éste 2010 que se va, como un fracaso. Porque volvimos para no bajar. Volvimos para rellenar el campeonato, volvimos porque nuestra historia no nos permitía estar fuera, pero en líneas generales, que se consiguió: Nada, no hicimos nada, no logramos nada.

Equipo que consiguió el ascenso en el 89' y clasificó a la Libertadores de los 90'

Es duro decirlo pero es real. Hace 26 años que no sabemos que es una vuelta olímpica. Hace tanto tiempo que no se grita campeón en el Callao y es que cuando la camiseta se mancha, difícilmente eso se consigue. El 2010 fue más de escándalo que otras informaciones. Noticias extradeportivas, despidos arbitrarios, argollas confirmadas, injusticias, inconciencia para manejar situaciones, todo lo que al final nos hizo pelear el descenso y salvarnos con las justas.

Pero ahora tenemos otra oportunidad. Según cuenta la historia, entre el quinto y sexto campeonato conseguido por Boys, también pasó 26 años. En 1958 y 1984 ambas temporadas con Marcos Calderón como técnico, Sport Boys logró ser llamado grande y pertenecer a la historia. En el presente, si nos dejáramos llevar por coincidencias, el 2011 tendría que tocarnos la séptima estrella, pero para ello tendremos que trabajar, todos, a conciencia, unidos pensando en el futuro que está por llegar.

Qué el 2011 sea diferente y nos llene de alegrías. Eso deseamos todos.

Se va el 2010 tan rápido como llegó. Lo que se espera es que el próximo año las cosas se hagan de manera seria, con compromiso, con sacrificio, con responsabilidad. Desde aquí hacemos llegar nuestros más sinceros deseos a la familia rosada, a todos en general, porque cuando uno tiene el mismo sentimiento con distintas personas, el corazón se hace uno.

Que éste 2011 traiga alegría para esos corazones, que el próximo año llene de bendiciones todos los hogares donde se respira un sentimiento rosado. Y que, así como dice la historia, se cumpla la coincidencia y podamos celebrar al final del año, la vuelta que tanto ansiamos dar. VAMOS BOYS CARAJO.