Hace mucho
tiempo que los partidos no se ganan con la camiseta. Para ganar tienes que
demostrar en la cancha que lo mereces y cuando ambos tienen esas ambiciones, el
punto es repartido. Boys viajó a Chancay con la actitud de sumar a tres. Al
frente un rival que para muchos es el favorito no se dejó vencer. Saldo final:
Empate a uno que deja más tranquilo a los del puerto.
Y es que el
compromiso sí que fue difícil. Coopsol salió a amargarle la vida a los rosados
desde el arranque. Las arremetidas del local fueron tal, que la contención rosa
no pudo, al menos en el primer tiempo, evitar que lleguen con facilidad al arco
de Diego Morales.
LF9 no estuvo tan fino como en otras oportunidades
La más
clara estuvo en la cabeza de Leandro Franco, luego del un córner de Ardiles,
lamentablemente no supo darle dirección al cabezazo y éste salió desviado. De
ahí en más, Boys no generó mucho y fue el local quién buscó la forma de abrir
el marcador y la encontró a través de Juan Montenegro, quién aprovechó un mal
cálculo de la defensa porteña y fusiló a Morales.
La caravana
porteña que llegó a Chancay no lo podía creer. El nefasto árbitro José Martínez
llenó de tarjetas a los rosados y condicionó el partido. La hinchada rosada, en
su afán se hacerse respetar, comenzó a lanzar objetos a la cancha, algo que en
el futuro no debe suceder. Si queremos desterrar la violencia en el fútbol,
tenemos que empezar por nosotros.
Peixoto tuvo la más clara. Se la comió con tenedor y cuchilllo
Luego de
reacomodar su equipo y con el ingreso de Casella, Eugenio y Jasaui, la dinámica
del equipo cambió. De ser un equipo anonadado, comenzó a despertar y a jugar
como Jorge Espejo quiere. Se recuperó la velocidad, la marca estuvo atenta y el
gol era cuestión de minutos.
Piero
Casella estrelló un remate al palo, Quiñonez tuvo una y erró en la definición, a
Leandro lo marcaban de a tres. Pero nadie sospecho del debutante Farid Jasaui. El
volante rosado de 21 años apareció por donde nadie estaba y aprovechó un centro
rasante de Franco y decretó el empate. Alegría en el Rómulo Shaw, alegría en el
Callao.
Jasaui apareció para darle la paridad al Boys
Los últimos
diez minutos fueron de infarto, más aun cuando el árbitro, de muy mala
actuación, anuló un gol al Coopsol por posición adelantada. El tiempo no dio
para más y el empate quedó sellado. Un empate que a Boys si lo ayuda y mucho,
sobre todo por la jerarquía del rival y porque a muchos equipos les costará
sumar puntos en esa cancha.
Lo
lamentable fue la agresión que sufrió el bus del equipo a la salida del
estadio. Una piedra lanzada por un indeseable, impactó en el vehículo del
plantel y daño a Ardiles, aunque sin consideración. El “Chato” no sufrió cortes
ni hematomas, pero quedó algo adolorido por el golpe.
Una piedra impactó en el bus del equipo. Gracias a Dios nadie salió herido
La próxima
fecha - posiblemente viernes – los rosados recibirán en casa al Torino. El
“Taladro goleó en su debut y de seguro no será rival fácil. Se necesitará mucho
fútbol, empuje y corazón para sacar adelante el partido.
La hinchada también jugará su partido y se
espera llene el estadio. Quedan 25 finales por jugarse, el sueño por volver ya
se inició, hagamos que se convierta en realidad lo más pronto posible. VAMOS
BOYS CARAJO.
Texto: Robert I.
Imágenes: Martini
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